expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

domingo, 16 de agosto de 2015

Pollo Thai, versátil. Picada o plato principal.

Pollo Thai: redefiniendo sabores. 


En ramequines o en un emplatado amplio, el pollo Thai complementa muy bien tanto un aperitivo como, en este caso, una mesa buffet frío.




Quería lograr un efecto diferente, por lo que mandé a hacer este Buda perfecto y al detalle, totalmente en materiales no degradables. (Su confección es la misma que tienen las decoraciones de acuarios, para que no alteren la química del agua.)

Y así, Sidarta Gautama pasó a iluminar la composición alimenticia ofrecida, basada en la receta original del pollo Thai. Pero con una interpretación más libre, de mi parte.








Buda reposó sobre un lecho de lechuga crespa, que lo enmarcó  adecuadamente.





El pollo estaba cortado en cubos de 1 cm, totalmente envuelto en la crema de leche de coco.
Utilicé 1 cacharadita de almidón de maíz, para espesarla, al final de su cocción.
¡Muy sabroso! según los comensales que se servían y hasta repetían.      





Tenía pasas de uva hidratadas en jugo de naranja, por lo que a modo de aviso, se decoró con rodajas de naranja en almíbar y figuras de caramelo.

Las rodajas de naranja fueron pasadas por el interior de una cacerola que contenía 1 parte de azúcar y 1 parte de agua. Y estaba ya formando un caramelo a punto de hilo, que se volvió más líquido al soltar jugo la naranja dentro de él.

Tenía, esperando por las rodajas, papel encerado enmantecado. Las fui colocando sobre él, para esperar que se secaran un poco, antes de sumarlas a la fuente.

Usé el mismo método del papel encerado con manteca, para hacer figuras de caramelo.
Hice un caramelo nuevo para ellas, porque el otro estaba aguado.
Sacaba la cuchara de madera, mojada en caramelo, e intentaba hacer figuras sobre el papel. Intenté hacer óvalos, que en principio quedaron bien, pero que luego, al despegarlos (tal vez me apuré) se quebraron. Esta parte, entonces, está sujeta a que pueda mejorarla.







Por sectores, dos guarniciones:


* arvejas.

* arroz con pasta de morrón amarillo.

Para realizar la pasta, pasé por llama los morrones y luego los pelé. Aún, los envolví en papel de aluminio y los puse en el horno 30 minutos, revisándolos a cada poco tiempo y dándolos la vuelta.




Foco visual de la mesa.


Este emplatado, con el Buda, fue claramente el principal foco visual de la mesa.
Quedó bellísimo. Pero estas cosas tienen que ser únicamente detalles ocasionales. Como para sorprender. Caso contrario, la mesa parecería un bazar, verdad? 



Algunas alteraciones realizadas sobre la receta clásica:


* el curry fue sustituído por canela en polvo.

* el jugo de limón por el sabor más amable del jugo de naranja. 

* no se le agregó salsa de pescado, sí se le agregó salsa de soja y algo de salsa inglesa.
Esta última decisión fue basada en el hecho de que los comensales eran muy jóvenes, y no aceptarían bien toda la amplitud de paladar que requeriría para ser el verdadero pollo Thai.    



Siempre será así. Los encargados del buffet debemos conversar ampliamente con aquéllos que nos confiaron la misión. Establecer una relación de empatía con ellos. Porque el éxito nuestro estará luego en su opinión.
Lo que creemos lindo, bueno y novedoso, tiene que ser de la misma forma para ellos.

Y recordemos que Uruguay es un país constituído netamente por inmigrantes. No está demás también conocer la ascendencia familiar de los destinatarios del agasajo.  


Me despido ahora, hasta una próxima entrega.
Agradezco tu tiempo.
Deseo que nos reencontremos pronto.     



No hay comentarios:

Publicar un comentario